10 consejos para hacer que tus camareros sean excelentes
Aunque muchos jóvenes buscan trabajo en la hostelería, y en especial de camarero, ya sea como trabajo de verano, para financiar una parte de sus estudios o simplemente como experiencia temporal, ser camarero es un verdadero oficio. Por lo tanto, hay una notable diferencia entre los camareros que lo hacen por necesidad y aquellos que lo hacen por elección. Sea como sea, preguntarte como ser un buen camarero e intentar dar lo mejor de ti, debe ser una prioridad en tu trabajo.
Como todo oficio, ser un buen camarero se aprende con el tiempo. No obstante, algunas personas poseen de manera innata las cualidades y aptitudes necesarias que harán de él o ella un camarero excepcional: rigor, precisión, dinamismo, amabilidad, atención, coordinación… ¡La lista de cualidades necesarias para ser un buen camarero y tener éxito en este oficio es extensa!
No hay que olvidar que la rentabilidad de tu negocio, el aumento de los ingresos y la fidelización de tus clientes depende de un servicio de calidad. De ahí la importancia de definir bien tus objetivos, así como las cualidades y competencias que deben poseer tus camareros, antes de contratar nuevo personal.
¡Aquí están los 10 consejos que harán de tus camareros, unos camareros de excepción!
10 consejos para ser un buen camarero
1. Es indispensable presentarse de manera adecuada
Sencilla y compresible por todos, la presentación del personal de sala se relaciona directamente con la imagen de tu establecimiento.
2. Ser sonriente, agradable y amable
Durante un servicio, pueden producirse errores o problemas. Si el camarero sabe cómo presentar los hechos, se podrán solucionar fácilmente. ¡Es más fácil pasar por alto el error si se trata de alguien agradable!
3. Ser un buen vendedor
Un buen camarero es también un buen vendedor. Tiene que saber aconsejar a tus clientes y guiarlos sutilmente hacia lo que os interesa (bebidas, existencias a agotar…)
4. Conocer la carta del restaurante
Un buen camarero tiene que conocer los platos, el origen de los ingredientes y las recetas. La cocina y el servicio tienen que estar en contacto. Un camarero no debe conformarse con ver los platos antes de servirlos. También tiene que saber cómo se han preparado y, por supuesto, probarlos. Se vende mejor aquello que se conoce.
5. Ser rápido durante el servicio, pero también discreto
El equilibrio entre ambos no es siempre fácil de encontrar. Para ser un buen camarero, hay que ser rápido, estar presente en la sala y saber pasar desapercibido. No hay nada más desagradable que ver cómo corren los camareros de un lado a otro. Un camarero debe estar disponible para los clientes y ser rápido en su servicio sin olvidar dedicar una parte de su tiempo a aconsejar a los clientes.
6. Controlar el ritmo durante el servicio
Un buen camarero debe controlar perfectamente el ritmo de las comidas para poder retirar los platos vacíos y servir los siguientes. Tener que esperar entre plato y plato es particularmente desagradable para tus clientes y multiplicar las idas y venidas entre la sala y la cocina hace perder mucho tiempo.
Piensa en cómo se toman las comandas. Ya sea en la barra o directamente en las mesas el hecho de poder enviar desde la sala órdenes a cocina o cualquier reclamación te hace ganar mucho tiempo y aumenta la rotación de las mesas. Recuerda: una óptima rotación de las mesas = un aumento de los ingresos.
7. Saber poner y quitar una mesa
Ya sea para poner o quitar una mesa, todo debe realizarse siguiendo un protocolo, y el camarero debe conocerlo: retirar los aperitivos antes de servir el siguiente plato, recoger la mesa, retirar los accesorios (salero, pimentero…) y limpiar las migas antes de servir el postre.
8. Saber manejar un conflicto durante el servicio
Un buen camarero tiene que saber manejar, con calma y diplomacia, los gajes del oficio: un cliente de mal humor, un plato de la carta que no está disponible o es de mala calidad, vino con sabor a corcho, un error en la comanda o la cuenta… Solucionar este tipo de problemas con agilidad te permitirá aumentar la satisfacción de los clientes y, por consecuencia, su fidelización.
9. Saber presentar la cuenta y cobrar rápidamente
Las modernas herramientas de toma de comanda y software TPV te permiten evitar, e incluso anular, los problemas relacionados con la cuenta. Un cliente no debe nunca esperar delante de la caja, aunque el cobro sea complicado (división de la cuenta, múltiples cobros, división de una botella de vino…). El software TPV debe proponerte una solución intuitiva para el cobro, incluso cuando este sea complejo.
10. Dejar un buen recuerdo a los clientes
Hay que tener siempre una palabra amable o agradable cuando tus clientes se vayan a ir. Es el último contacto con el establecimiento, por lo que sería ideal que se fueran con una sensación positiva. Un buen camarero siempre estará disponible para despedirte y desearte que vuelvas pronto.
Los camareros desempeñan, un papel importante en cuanto a la notación y las reseñas que os dejarán los clientes tanto en la red como en el boca a boca.
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