5 consejos para aumentar tu productividad
Muchos gerentes se sorprenden cuando descubren cuántos ingresos mensuales generan sus restaurantes, lo que les supone un problema complejo. Y, aunque se esfuerzan por realizar cada vez más servicios, no ven que sus ganancias aumenten.
Esto es bastante común en el mundo de la hostelería y se debe al hecho de que algunos gerentes confunden los conceptos de rotación y margen. Es decir, comparan el dinero que generan con el dinero que ahorran. Sin embargo, la única forma de garantizar el éxito es aumentar la rentabilidad.
El clásico error cuando se habla de rentabilidad es pensar directamente en aumentar las ventas, cuando esto supone en realidad solo una parte de la solución.
Para aumentar las ganancias, no solo tenemos que aumentar las ventas, sino también reducir los gastos.
Analicemos 5 estrategias para lograr este objetivo:
1. Reduce tus costes directos
Más tarde hablaremos de las diferentes estrategias para aumentar las ventas, pero de momento nos centraremos en el concepto de eficiencia. Es decir, llegar a reducir los costes directos, que son los gastos tangibles que pagas periódicamente.
La primera forma de reducir los cargos directos de mercancía es negociar con tus proveedores. Para ello, no dudes en negociar ciertos suministros con la perspectiva de una asociación más sostenible. Esto resulta especialmente interesante ya que te permitirá comprarles más productos, lo que conllevaría una reducción significativa del coste de las compras. También es interesante usar promociones de temporada, beneficiosas tanto para tu proveedor como para ti.
La segunda forma de reducir tus costes directos es reducir tu inventario: saber qué productos debes conservar y cuáles debes eliminar para tener un impacto directo en el margen. Algunos establecimientos pequeños gestionan sus existencias de forma arbitraria y no utilizan los datos de ventas para seguirlas de cerca.
Un software de caja registradora lo suficientemente eficaz debe permitirte una precisa administración del inventario. Los datos a los que tienes acceso te permitirán definir qué productos puedes conservar y cuáles debes eliminar.
La tercera forma de reducir tus costes directos es reducir los gastos operativos. Y, cuando hablamos de reducción, debemos partir de la definición de "gastos operativos", es decir, todo lo que necesitas para tu tarea diaria, como la electricidad. Pero, ¿de verdad necesitas esa suscripción a internet? ¿A canales de pago? ¿Necesitas tantos bolígrafos como crees? ¡Uno de nuestros clientes gastaba 400 € al año por camarero solamente en cuadernos!
2. Reduce tus costes indirectos
Los gastos indirectos también conllevan una disminución de los beneficios. Estos son gastos intangibles que no puedes conseguir directamente pero que tienen un impacto en tus ganancias mensuales.
Otro ejemplo de coste indirecto que supone un problema diario para los hosteleros es la noción de pérdida: has planificado demasiados platos del día y vendes menos de lo esperado. Al final del día, te encuentras con un exceso de productos que no puedes vender: se trata de una carga indirecta. Hay varias formas de evitar este tipo de problemas.
El seguimiento de las ventas de cada uno de tus productos te permite saber qué productos están funcionando y cuáles no. De esta forma, podrás saber la cantidad de productos del día que tienes que preparar.
Sabemos que es muy difícil estimar el consumo de un plato durante un día, por lo que te recomendamos hacerlo durante una semana completa.
Así lo hizo uno de nuestros clientes, que decidió ofrecer 5 platos del día a la semana, disponibles todos los días. Gracias a la supervisión diaria de estas ventas, ¡pudo reducir sus pérdidas y sus costes indirectos se redujeron en un 25 %!
3. Incrementa tus ventas
Lo tenías desde el principio en mente. Vende más para aumentar la rentabilidad. Muchos hosteleros creen que esto significa aumentar el número de comensales por servicio, ¡pero no! La mejor manera para vender más es vender mejor. Por lo tanto, debemos centrarnos en los vendedores, es decir, tus camareros.
Para ayudarles a vender mejor, debes proporcionarles herramientas que les informen sobre los alimentos que venden: qué vino va mejor con un plato, qué sabor tiene cada plato...etc. Para animarles a vender más y que puedan centrarse en los ingresos que generan, puedes proponer una prima al mejor camarero. Para ello, debe ser capaz de seguir la actividad diaria de ventas.
La otra forma de aumentar tus ventas es atraer a otro tipo de clientela. Es hora de prestar más atención a las redes sociales: Facebook, por ejemplo, es un muy buen medio de comunicación y puede resultar de especial interés para realizar campañas de publicidad.
Mantener una base de datos actualizada con las direcciones de correo electrónico de tus clientes te permitirá enviarles ofertas promocionales a la hora de comer para así atraerlos.
4. Aumenta tu ticket medio por comensal
Quizás hayas pensado en aumentar los precios. Sin embargo, te arriesgas a que tus clientes salgan corriendo. Tienes que trabajar para aumentar tu ticket medio por comensal de forma inteligente.
Piensa en las grandes superficies: atraen a sus clientes con pequeños precios, pero las estanterías están organizadas de tal manera que los clientes acaban comprando productos que no tenían pensado.
Por lo tanto, debes saber cómo hacer lo mismo en tu establecimiento. Por ejemplo, podrías probar a introducir tapas como aperitivo. Aunque estas son más baratas que las raciones, tu ticket medio por comensal aumentaría en dos o tres euros adicionales.
Además, es importante tener en cuenta que, cuando un cliente pide la cuenta, aún puedes venderle algún producto extra. Aumentar tu ticket medio por comensal implica que los empleados sean capaces de vender una bebida extra o un café, pero también significa crear menús que “obliguen” a tus clientes a elegir la fórmula y así pedir un aperitivo o postre adicional.
5. Analiza los resultados
Una vez que hayas identificado los puntos en los que debes trabajar, necesitas medir y analizar el impacto de tus acciones.
Sigue la evolución de tu ticket medio por comensal cada día. Así, podrás determinar si se han producido mejoras con respecto al mes pasado. Si es así, mira qué productos han sido responsables de este aumento. Si por el contrario, el aumento se debe a uno de tus camareros en particular, felicítalo para que tus otros camareros sigan su ejemplo.
Sigue la evolución de tus ventas y saca tus mejores productos para determinar cuáles funcionan mejor. Una vez que tengas la lista de los platos más vendidos, determina la lista de ingredientes que los componen para así calcular el coste del material. Es momento de trabajar en tus gastos directos renegociando con tus proveedores el coste de compra de los productos.
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